Que atroz, de nuevo es lunes otra semana más de universidad, el verano se acerca los días cambian, el sol aparece con más fuerza, estoy acá sentada en una banquita, absorbiendo los rayitos de sol que acompañan este día, con un cuaderno en las piernas (para variar), mientras todo el mundo pasa de un lado a otro, estudiantes a la izquierda, la derecha, el norte , el sur, a mis espaldas martillazos y golpes de una nueva construcción, otro edificio impersonaliza a San Joaquín, de todos mis años acá, nunca he dejado de ver construcciones, cada día una nueva, mas grande y mas sofisticada que la anterior , por supuesto única en su genero, como diría cual estudiante de ingeniería, para mi sólo perjudican la imagen, destruyen la naturaleza, y nos hacen recordar que el mundo cambio y que cada vez el oxigeno se torna un bien más preciado y por cierto escaso. Entre tanto movimiento frente a mis ojos comencé a recordar la primera vez que entre en el campus, aquella vez que entre con pasos claudicantes, miedo y ansiedad camine , lo recuerdo claramente por el estacionamiento soleado y caluroso de humanidades, pleno campus San Joaquín, hace ya casi cinco años, iba a entrevistarme con una señora de apellido impronunciable, en pleno diciembre, a la espera de un “si” usted es la elegida, debió pasar más de un mes antes de obtener dicha respuesta, recuerdo bien ese día, entre a casa central con la seguridad de que mi nombre estaría puesto en la lista , con todas sus letras, no logre pensar jamás lo contrario, y bien allí estaba, claro y con mayúsculas incluidas, que tranquilidad pensé en ese momento…lo que nunca pensé fue lo que vendría a continuación.
Llego marzo, primer día de clases, mechoneos pertinentes y todo aquello, insignificantes por lo demás, bueno el tiempo a trascurrido así, casi sin darme cuenta, cuando todo esto comenzó , creía tener largos años en los cuales pasarían muchas cosas, y no fue así, el tiempo se ha esfumado rápidamente, se me ha escapado entre los dedos y ahora a punto de tener lo que tanto anhele, el famoso “cartón” colgado en una de las paredes de mi casa…mi mayor deseo es no tenerlo. Extraños deseos los del ser humano, lo he reflexionado tantas veces y sólo logro llegar a la triste conclusión de que no soy capaz de asumir que crecí, soy una mujer y ahora me están dando una “bienevenida a la realidad” que no quiero aceptar. Se suponía que eran cinco largos años, donde pasarían muchas cosas, donde viviría grandes experiencias, y que ha sido, han sido hasta el momento cuatro veloces segundos donde sólo he hecho una cosa: estudiar y punto.
Hoy después de vivir este tiempo, estoy aquí con la enorme necesidad de retroceder el calendario y atrasar relojes, pero creo que no se puede, verdad? ...es una batalla perdida, al fin y al cabo es la vida, pero cuando hoy todo es distinto, cuando ya no basta usar jeans y zapatillas cuando debes tener postura profesional y conservas una cara de guagua impresionante, que delata los 23 años que cargas con dificultad, me miro en el espejo de la escuela que me ha albergado, y me pregunto ¿Cuánto te falta para salir? Y me respondo : un año, escucho risas en mi interior , es mi ello que se burla de la inseguridad de mis palabras, que no son mas que el reflejo de este momento angustioso y desesperado que vivo, me di cuenta de un segundo a otro, en un breve espacio de tiempo, de esos segundos de ocio universitario, sentada en una banca al sol, que se me acabo el tiempo, termine, y no supe que paso entre medio, escindí mi vida dos, lo que no habría sido corrosivo si hubiese echo funcionar ambas mitades, el problema a estado allí, sólo use una, esa mitad creció, es responsable, sabe lo que hace, tiene las cosas claras, desea un auspicioso futuro profesional, es buena a la vez y reconocida por esto entre quienes la conocen, pero la otra mitad es una niña asustada, temerosa, triste, insegura, ingenua, tímida y angustiada por el futuro, no desea seguir avanzando y aun cree que su madre la espera con leche con milo en la casa, y no es así, la vida a trascurrido y todo cambio, el punto a estado en que ella no lo ha notado, paso la vida frente a sus ojos y ella los tenia vendados, y hoy es como la gallinita ciega, se los descubrieron pero esta mareada, y no puede seguir, esta invalidada y sus pasos son aun mas claudicantes que cuando todo empezó hace años atrás, que puede hacer si no hay retorno, nunca se conoció, nunca se exploro, hoy esta tratando de juntar ambas mitades y el resultado de la ecuación resulta nefasto, por primera vez contra toda regla dos más dos es cinco.
Hoy estoy ensimismada y encerrada en el capullo del cual no quiero salir, se esta rompiendo y lo estoy cociendo, lo trato de conservar y evito a toda costa el paso de la vida, se que no es posible pero hoy no se hacer más que eso, tengo miedo, quiero salir corriendo, lamentablemente no puedo, debo cumplir con mi deber y pararme de esta banquita que me hizo reflexionar profundamente e ir a clases con una señora antigua, de aquellas que saben mil teorías que se han pasado la vida en eso y probablemente nunca hicieron esta reflexión, por lo tanto han sido felices en la pequeñez de sus pensamientos, o quizás me equivoco, y ellas han vivido activamente y han complementado la vida espléndidamente, no lo sé y dudo que intente averiguarlo, pero lo que me queda claro es que van a pasar la lista y debo firmarla, por que más encima, ponen requisito de asistencia…inadmisible.